1 Crónicas 16:8-10
“Den gracias al SEÑOR y proclamen su grandeza; que todo el mundo sepa lo que él ha hecho. Canten a él; sí, cántenle alabanzas; cuéntenle a todo el mundo acerca de sus obras maravillosas.”
Hoy termina un año más. Regularmente en épocas como esta siempre damos gracias a Dios por el año que termina. Sin embargo, no solo hoy sino todos los días del año debiéramos estar agradecidos con Dios.
Se nos hace tan normal el despertarnos día a día, que no nos detenemos un momento a mirar a través de la ventana y ver que este y todos los días el Señor los hizo especialmente para nosotros.
Cuántas veces le damos gracias a Dios por el aire que respiramos, cuántas veces le damos a gracias a Dios por el sol que sale cada día, cuántas veces le damos a gracias a Dios por el canto de los pájaros, cuántas veces le damos a gracias a Dios porque nuestro cuerpo puede sentir frío o calor, cuántas veces le damos a gracias a Dios porque estamos vivos.
Por un momento hagamos a un lado la adversidad que nos aqueja, sea cual sea, y de demos gracias al Señor nuestro Dios porque por su misericordia que es nueva cada día seguimos en este mundo, pidamos al Señor nos guíe cada día, pidamos al Señor nos haga personas agradables a ÉL.
1 Tesalonicenses 5:18 (NTV)
“Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.”
Tal vez algunos diremos que no tenemos de que estar agradecidos, dadas las situaciones por las que pasamos o estamos pasando, pero no podemos olvidar que todo pasa por algo y Dios nos dice en su Palabra que para quienes le amamos a ÉL, todo, absolutamente todo nos acontece para bien, aunque en ocasiones no lo entendamos, si el Señor lo dice, así es.
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.” (Romanos 8:28 NTV)
Debemos vivir agradecidos con lo que somos y con lo que tenemos, sin que nos robe la paz nuestro pasado o nuestro presente, y la única manera de hacerlo es orando y dando gracias a Dios por todo lo que ha hecho en nuestra vida, por lo que somos y por lo que tenemos.
Si estamos enfermos debemos dar gracias a Dios por su amor y buscar primeramente Su paz y descansar en ÉL, confiados en que Dios se glorificará en nosotros trayendo esa sanidad a nuestra vida.
Demos gracias a Dios por nuestra esposa e hijos, demos gracias por nuestro papá y mamá, demos gracias a Dios por nuestros hermanos, demos gracias a Dios por nuestros demás familiares, demos gracias a Dios porque tenemos un lugar donde dormir, demos gracias a Dios por tener el trabajo que tenemos o que seguramente en fe conseguiremos en este nuevo año que está por empezar, porque cuando nosotros ponemos delante de Dios nuestras ansiedades y afanes, entonces ÉL tendrá cuidado de nosotros.
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5:7 NTV).
Demos gracias a Dios por este año que termina, demos gracias a Dios por un año más de aprendizaje, demos gracias a Dios por un año más de vida, demos gracias a Dios por Su amor y Su misericordia recibida un año más.
Gracias Mi Dios. Gracias.
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