Solo Tu satisfaces mi sed

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“Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te alabaré mientras viva, a ti levantaré mis manos en oración. Tú me satisfaces más que un suculento banquete; te alabaré con cánticos de alegría.” (Salmos 63:1, 4-5 NTV)

Nunca he estado físicamente en un desierto, pero el rey David sabía muy bien de lo que hablaba.  Me imagino el grado de deshidratación de una persona que está en un desierto, donde no hay vida, donde no hay el liquido vital que necesita nuestro cuerpo;  por ello dicen que el agua es vida!!!

Así como las plantas y los seres humanos necesitamos del aire y del agua para poder vivir, así o más grande debe de ser en nosotros la necesidad de Dios.  Nuestro Señor Jesucristo debe ser para nosotros el único y suficiente para que nuestra alma y espíritu queden saciados.

Jesucristo llena nuestro ser, nos saca de todo desierto espiritual y emocional del cual podamos estar pasando en este momento, cantemos alabanzas al Rey y seamos libres de toda opresión y cadenas.

“En aquel día maravilloso cuando el SEÑOR le dé descanso a su pueblo de sus angustias y temores, de la esclavitud y de las cadenas,…” (Isaías 14:3 NTV)

“Clamé al SEÑOR, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos.” (2 Samuel 22:4 NTV)

“¡Canten al SEÑOR! ¡Alaben al SEÑOR! Pues al pobre y al necesitado los ha rescatado de sus opresores.” (Jeremías 20:13 NTV)

Levantemos nuestras manos en señal de gratitud y digamos todos ¡GRACIAS CRISTO! ¡GRACIAS CRISTO!

Dios les bendiga grandemente.

Erika

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