Salmos 8:1

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“Oh SEÑOR, soberano nuestro,
¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!
¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!”

Queremos dar gracias a cada uno de ustedes por sus comentarios, palabras de bendición, pero sobre todo oraciones, recibidas el pasado día miércoles 26 de noviembre, con motivo del cumplimiento de esta promesa de Dios, de este proyecto de Dios denominado EL PRINCIPIO.

Damos gracias a Dios por la vida de cada uno de ustedes y damos gracias a Dios por la vida de las personas que se dieron el tiempo de acompañarnos y de honrar con su presencia a Dios nuestro Señor, por habernos dado la oportunidad de exaltar el nombre de Jesucristo y Su glorioso testimonio en la vida de mi esposa, en la vida de nuestros dos hijos y en la mía.

El propósito principal de EL PRINCIPIO es ser un instrumento de bendición que ayude a formar y fortalecer personas y familias a través de la Palabra de Dios, para de esa manera llegar al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo como único medio para establecer una relación personal con Dios nuestro Señor.

En EL PRINCIPIO no profesamos una religión, porque Dios no es una religión, porque Jesucristo no es una religión. Ya hemos manifestado que no coincidimos con las denominaciones y visiones de los hombres.

Por atención a ustedes, mi esposa Erika y su servidor Miguel Angel Vera, nos presentamos como colaboradores de este proyecto, porque quien lo encabeza es JESUCRISTO.

No nos escondemos y nunca negaremos nuestra fe. Intencionalmente hemos tratado de omitir nuestros nombres y apellidos porque el único nombre que será honrado y exaltado en EL PRINCIPIO será el de nuestro Señor y Salvador JESUCRISTO, nada más.

En EL PRINCIPIO solo habrá lugar para honrar y glorificar a Dios nuestro Señor mediante la exaltación del Nombre que es sobre todo nombre, el de JESÚS DE NAZARET, así es; para exaltar a Quien dejó de ser Dios para hacerse hombre; para exaltar a Quien, siendo rico, decidió hacerse pobre; para exaltar a Quien dio su vida por todos nosotros; para exaltar a Quien vino a transformar al mundo.

En EL PRINCIPIO Dios nuestro Señor va marcando la pauta. ÉL dice Cómo y ÉL dice Cuándo. Entretanto, seguimos a las ordenes de todos ustedes a través de nuestra página, para seguirles sirviendo como lo hemos hecho con muchos de ustedes, desde nuestra humilde posición.

Nuevamente, gracias!

“Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:6-11).

Dios les bendiga grandemente.

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