“Vengan, hablemos de las grandezas del SEÑOR; exaltemos juntos su nombre.”
Hoy termina una semana más y es el inicio de otra. Demos gloria a Dios por lo vivido, bueno o malo, el Señor nos ha permitido despertar cada día, demos gracias al Señor nuestro Dios por lo que está por venir, porque será aún mejor, recordemos que con Cristo todo es posible (Marcos 9:23), recordemos que habitamos bajo el abrigo del altísimo y que nada nos dañará ( Salmos 91).
“Levanten manos santas en oración, y alaben al SEÑOR.” (Salmos 134:2 NTV)
Levantar nuestras manos al Señor es señal de rendición y adoración, solo ÉL es digno de recibir toda la gloria, honra y honor.
“Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.” (Salmos 66:18 NTV)
Reconozcamos que hemos pecado, pidamos perdón y acudamos a aquel que nos lava con su sangre preciosa, porque un corazón contrito y humillado Jesucristo nunca despreciará.
¡Con el corazón hemos creído, confesemos con nuestra boca que Dios es grande y poderoso!
Bendecido Domingo
Erika
Recibe gratis en tu e-mail las reflexiones de El Principio.