Job 42:5

>

“Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos.”

El día de hoy se cumple un año más de aquella sanidad que cambio mi vida para siempre, de aquella sanidad que no solo fue física, porque Dios obró en otros áreas de mi vida y no solo en mi persona, porque el Señor se valió de esta sanidad milagrosa para que aquellos que no creían, creyeran en su gran poder. De vez en cuando yo escuchaba que Dios había sanado a una u otra persona, pero nunca pensé que yo formaría parte de ese grupo de personas en quienes el Señor había obrado con gran poder.

Hace tres años en una madrugada del domingo repentinamente comencé a sentir unos dolores muy agudos en mi cuerpo y conforme iban pasando las hora el dolor se hacia más fuerte, pasaban los minutos y se empezaban a manifestarse otros síntomas, yo recuerdo que en mi mente (porque mi boca no podía pronunciar una sola palabra a causa del dolor ) recordaba y decía un versículo que había leído una noche antes y donde le pedía al Señor que soplara su Santo Espíritu en mi huesos y en mi cuerpo. Mi Dios hermoso sabía lo que iba a pasar, ÉL sabía que le iba a necesitar.

“Luego me dijo: «Hijo de hombre, anuncia un mensaje profético a los vientos. Anuncia un mensaje profético y di: “Esto dice el SEÑOR Soberano: ‘¡Ven, oh aliento, ven de los cuatro vientos y sopla en estos cuerpos muertos para que vuelvan a vivir!”».” (Ezequiel 37:9 NTV)

Cuando llegue al hospital y me revisan en mi mente nunca pasó el preguntar qué es lo que tenía; yo sabía que algo estaba mal por mi gran malestar. Sinceramente no se por qué no pregunté, y pasaban las horas en el hospital y yo me sentía cada vez más mal, y yo solo pensaba en mis hijos!!!

Yo veía la fortaleza de mi amado esposo, yo no sabía que los doctores le habían dicho que iba yo morir. Doy gracias a Dios por la vida de mi esposo. Dios estaba con él fortaleciéndolo, Dios estaba con mis hijos, Dios estaba conmigo. Dios le fortalecía para que su fe no menguara y mi esposo se mantuvo firme, fue una gran prueba de fe.

“El SEÑOR le da fuerza a su pueblo; el SEÑOR lo bendice con paz.” (Salmos 29:11 NTV)

Al pasar de las horas se incrementaron las cadenas de oración con amigos, familia y hermanos en Cristo. Grandes siervos de Dios fueron al hospital a orar por mi, me ungieron con aceite, yo en mis pocas fuerzas y en mi mente oraba y clamaba a Dios, ya no me quería sentir mal, ya quería estar con mis hijos.

“¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, para que vengan y oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Una oración ofrecida con fe, sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y si ha cometido pecados, será perdonado.” (Santiago 5:14-15 NTV)

Y entonces sucedió…

“Él hace grandezas, demasiado maravillosas para comprenderlas, y realiza milagros incontables.” (Job 5:9 NTV)

Empecé a sentir un calor en todo mi cuerpo, (dice mi esposo que empecé a tener color) y empecé a respirar profundo y solo les decía que ya podía respirar!!! Al ir al baño mis ojos podían ver los fragmentos de aquel tumor que era desechado por mi boca. Cuando los médicos se dieron cuenta del milagro sobrenatural que había ocurrido fue entonces que uno de ellos entra a la habitación y empieza a explicarme lo que había pasado, empieza a decirme lo que me había ocurrido y cuando me dice que iba a morir, fue tan impactante. LO PRIMERO QUE PENSÉ FUE EN MIS HIJOS. Me postré en el suelo de aquel cuarto de hospital, derrame mi corazón y hasta el día de hoy no me canso de agradecer a Dios por esta oportunidad de vida, por esta oportunidad de estar con mi esposo, con mis hijos y le doy gracias infinitas a Dios el poder compartir con ustedes este testimonio y milagro de Dios, que no solo fue físico sino también en otras áreas de mi vida, Dios trató en mi área emocional y espiritual, Dios trató con mi persona tantas y tantas cosas, carácter, actitudes, cosas que yo tenía que cambiar. Qué si fue dura la lección? Si. Créanme que de ahora en adelante quiero entender a la primera llamada de atención por parte de Dios.

Tenemos un Dios vivo!!! Tenemos un Dios de poder!!!

Tal vez en este momento estas pasando por una situación difícil, una situación donde alguna área de tu vida está siendo lastimada, y no precisamente física, en ocasiones estamos tan dañados en nuestra alma, la escases nos ha golpeado tanto, tal vez el matrimonio está al borde del colapso, en fin, sea cual sea la situación te ha dejado sin fuerzas, tal vez piensas que no hay solución, tal vez alguien te dijo que tal situación o enfermedad ya no tiene remedio.

“¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!” (Salmos 42:5-6TV)

“porque nuestro Dios es un fuego que todo lo consume.” (Hebreos 12:29 NTV)

“Oh SEÑOR, mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste la salud.” (Salmos 30:2 NTV)

“Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias.” (Salmos 103:3-4 NTV)

“Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.” (Salmos 147:3 NTV)

Pues este es el momento de ir a Quien todo lo puede; es el momento que todo eso que ha estado estorbando en nuestra vida sea expulsado; es el momento que permitamos que el fuego de Dios consuma todo aquello que nos está lastimando en nuestro cuerpo, alma y espíritu; es el momento que permitamos que el fuego de Dios consuma todo estorbo (necedad, rebeldía, obstinación, incredulidad, etc.) que hay en nosotros y que impide que Dios obre en nosotros; es el momento que permitamos que el fuego de Dios nos invada y entonces suceda lo sobrenatural, lo que solo Dios puede hacer.

Dios les bendiga grandemente.

Recibe gratis en tu e-mail las reflexiones de El Principio.