Salmos 145:8-10 (NTV)
“El SEÑOR es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. El SEÑOR es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación. Todas tus obras te agradecerán, SEÑOR, y tus fieles seguidores te darán alabanza.”
Cada día es nueva la misericordia de Dios, demos gracias a ÉL por darnos una oportunidad mas de disfrutar de sus bendiciones. ¡Aún de aquellas pequeñas cosas demos gracias al Señor!
Solo Dios es digno de recibir toda gloria, honra y honor; que nuestro corazón se llene de alabanza y nuestros labios la declaren:
“Alabaré al SEÑOR en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas. Sólo en el SEÑOR me jactaré; que todos los indefensos cobren ánimo. Vengan, hablemos de las grandezas del SEÑOR; exaltemos juntos su nombre.” (Salmos 34:1-3 NTV)
¡En todo tiempo alabemos, en la tristeza, en la alegría, en cualquier necesidad alabemos al Rey! ¡Tal vez nuestro ánimo no justifica el estar contentos y alabando! Digamos a nuestra alma como decía David: “bendice alma mía al Señor, bendice alma mía al Señor, Y no olvides ninguno de sus beneficios” ¡Llenémonos de fe y de amor! Cuando cantamos alabanzas al Rey cosas sobrenaturales suceden.
“Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas!” (Hechos 16:25-26 NTV)
Bendecido Domingo para todos.
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