“El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.»
Hemos de alabar a Dios mientras ÉL reina sobre las naciones. Que el reino de Dios venga sobre nosotros, que el gobierno de Dios recaiga sobre nuestra persona y nuestras familias, porque todos nacemos bajo su feudo, porque ÉL es el Dios verdadero, porque ÉL es nuestro Dios, porque ÉL es nuestro Rey, porque ÉL es nuestra Fuerza, porque ÉL es nuestro Escudo.
¡Rindamos nuestra persona y todo lo que somos delante de nuestro Dios, rindamos alabanza y honra a nuestro Rey Omnipotente, a nuestro Rey Omnisciente, a Nuestro Rey Eterno, que hoy es el día del Señor nuestro Dios!
Dios les bendiga grandemente.
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