«Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.»
Si nos sentimos solos, si nos sentimos abandonados, si nos sentimos angustiados, si todo lo vemos gris, si todo lo vemos contra corriente, si todo lo vemos sumamente complicado, si todo lo vemos vacío o sin solución alguna o perdido o no vemos por dónde. Hey!!!! Hagamos un alto en nuestra vida.
Apartémonos de todos y de todo por un momento. Ya a solas, en privado, postrémonos o arrodillémonos, fijemos bien nuestra vista al cielo y observemos detenida y apaciblemente. Qué vemos? Qué alcanzamos a ver?
Ah! Perdón, olvidé decirles un importante detalle. Cerremos nuestros ojos. Si. Cierra tus ojos. Por favor cierra tus ojos, porque esa es la única manera de poder VER con nuestro corazón aquello que a simple vista no se puede ver ni sentir, porque esa es la única manera de poder VER con nuestro corazón a nuestro poderoso y maravilloso Dios especialista en imposibles!
Sigue así, no te distraigas, no pienses en nada, sólo empieza a llamarle, clama a ÉL, pide que venga delante de ti, insiste y dile en voz audible lo que ÉL mismo dice en su Palabra: «Señor tu has dicho !CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERÉ!, y Tu no mientes». Empieza a sentir su presencia. No importa el tiempo, no importa nada. Sólo debemos ser pacientes y esperar. Solo hay que creer con nuestro corazón para poder sentirle. Se paciente. Dios es fiel y puntual a nuestro llamado.
Ya está ahí verdad? Ya lo sentiste? Perfecto!!! Primeramente Glorifiquémosle, Enaltezcámosle, Adorémosle, permitámosle que ÉL nos abrace!!!
Ahora si, abracémosle, pidámosle, preguntémosle, llorémosle, entreguémosle todo lo que traemos encima, toda carga, toda angustia, toda soledad, TODO, porque Él es infinitamente amoroso para abrazar, infinitamente generoso para dar, infinitamente poderoso para resolver e infinitamente misericordioso para perdonar, a quienes le podemos ver y sentir de esa manera, porque Él está siempre dispuesto para los que estamos lastimados o que hemos sido humillados, para los maltratados y enfermos, para aquellos a quienes el mundo y los poderosos nos consideran o condenan como ignorantes o débiles por creer en ÉL. Pasemos todo el tiempo que queramos con Él!!!
Gloria a Dios!!!
Ahora ya podemos abrir nuestros ojos. Que venga lo que sea, QUE MI DIOS OMNIPOTENTE ESTÁ CONMIGO Y EL HARÁ!!!
Dios les bendiga grandemente.
Recibe gratis en tu e-mail las reflexiones de El Principio.