Isaías 41:13 (NVI)
“Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré.”
Dios nuestro Señor hoy quiere decirnos que no debemos temer frente a lo que pasa a nuestro alrededor, nunca. No debemos temer a la falta de trabajo, no debemos temer a las enfermedades y deudas, no debemos temer a los lazos rotos entre esposos y esposas, entre padres e hijos, entre hermanos o hermanas, no debemos temer a las contingencias y problemas de nuestras familias, trabajos, escuelas, ministerios o lo que sea.
Nunca debemos permitir que el temor entre a nuestra vida porque Dios nos sostiene de nuestra mano derecha.
No hay nada que esté por encima de Dios. Dios es el PROTECTOR de los débiles, Dios es el SANADOR de los enfermos, Dios es el PROVEEDOR de los necesitados y endeudados, Dios es la JUSTICIA de los oprimidos y vejados, Dios es el ALIMENTO de los hambrientos, Dios es nuestro CONSEJERO en medio de la crisis.
Dios quiere que reprendamos todo temor, porque ÉL está con nosotros porque ÉL es nuestra fuerza para no desmayar (Isaías 41:10). Dios es un Dios de todos los días, es un Dios de toda las noches, porque Él siempre está con nosotros para ayudarnos y sostenernos. Dios es nuestra justicia, Él hará que nuestros enemigos sean avergonzados y ÉL quitará de delante de nosotros a todo aquel que pretenda contienda.
Dios nos ha tomado de nuestra mano derecha para hacernos cumplidores perfectos de Su Palabra, la cual está disponible para defendernos del enemigo día con día.
Dios nos ha tomado de nuestra mano derecha para hacernos seguidores de Cristo, entendidos de sus mandatos, guardándolos y poniéndolos en obra, es decir, haciéndonos oidores y hacedores de su Palabra.
Dios nos ha tomado de nuestra mano derecha para hacernos esforzados para levantarnos y edificarnos en la bondad de Dios.
Dios nos ha tomado de nuestra mano derecha para con ello darnos vida eterna si seguimos fielmente a Jesucristo Su Hijo.
El día de hoy Dios quiere decirnos que nos tiene sostenidos de Su mano y que nunca permitirá que caigamos (Salmo 37:24), es más, Dios nuestro Señor nunca permitirá que nos arrebaten de sus manos porque ÉL es mayor que todos (Juan 10:27-30).
Dios quiere que como cabezas de familia nos humillemos delante de ÉL, para que Dios nos exalte cuando fuere nuestro tiempo.
Dios quiere que reconozcamos que sin Jesucristo Su Hijo nada podemos hacer.
Dios quiere que la unidad impere en todos nosotros, que un solo corazón y un solo entendimiento nos identifique como hijos Suyos, que nos identifiquen como seguidores de Jesucristo Su Hijo y que nos identifiquen como morada de Su Espíritu Santo, porque sólo así estaremos bajo la mano de Dios, sostenidos de ella a través de nuestra fe.
Si somos entendidos y prudentes, sabremos gobernar nuestra casa y así seremos fortalecidos en Jesucristo, para que a través de familias fortalecidas se forje una iglesia poderosa sustentada de la mano de Dios y con ello, siempre seamos ayudados por ÉL.
Salmo 28:7 (NVI)
“El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en Él confía; de Él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.»
Este versículo trae una maravillosa verdad: si nuestro corazón confía en Dios, nuestro corazón siempre se regocijará de gozo y hará que nuestra vida y todo lo que la rodea sea un cántico de alabanza de acción de gracias a nuestro hermoso Padre celestial, porque nuestro agradecimiento a Dios debe de nacer en nuestro corazón, en una adoración sublime, sincera y eterna por todo lo que nos ha dado.
Dios les bendiga grandemente.
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