Perlas preciosas.

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Mateo 13:45-46 (RV60)

“También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.»

La enseñanza que comúnmente tomamos de esta parábola, es que como personas tenemos que dejar atrás todo aquello que nos impida entrar en el reino de Dios. Continuando con dicha enseñanza, sucede lo mismo que cuando nos encontramos con Jesús, es decir, la necesidad despojarnos de todo aquello que estorbe en nuestra vida para hacer de ÉL nuestro Señor y con ello reconciliarnos con Dios.

Pero como siempre, Dios nos habla una y otra vez en su Palabra y volviendo a leer este pasaje bíblico vino a mi corazón que Jesús es este comerciante que tuvo que dejar todo para comprarnos, se despojó de su divinidad, se hizo hombre, padeció grandemente y nos compró a precio de sangre, aun sin merecerlo.

Habemos muchas personas que no hemos entendido el gran valor que tenemos. Habemos muchas personas que nos sentimos tan insignificantes, que nos preguntamos el por qué o para qué de nuestra existencia en este mundo.

No debemos olvidar que Dios nos creó con un propósito.

“Su propósito es enseñarles a vivir una vida disciplinada y exitosa, y ayudarles a hacer lo que es correcto, justo e imparcial.” (Proverbios 1:3 NTV)

No debemos olvidar que fuimos comprados con la preciosa sangre de Jesús, con un propósito aun mayor.

“El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.” (Efesios 1:14 NTV)

Jesucristo vendió su mas grande posesión que es su vida, Dios padre entregó a lo más preciado, SU ÚNICO HIJO.

“Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. Y el rescate que él pagó no consistió simplemente en oro o plata sino que fue la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha. Dios lo eligió como el rescate por ustedes mucho antes de que comenzara el mundo, pero ahora él se lo ha revelado a ustedes en estos últimos días.” (1 Pedro 1:18-20 NTV)

El enemigo a querido lastimarnos y se ha encargado de que no tomemos el lugar y el valor que tenemos, el valor que Jesucristo ya nos dio. Debemos entender que valemos la sangre de Jesús.

Tal vez no hemos sido valorados por las personas y hemos abrazado el menosprecio, pero es tiempo de soltarlo y ser libres. Para Dios somos perlas preciosas y nadie nos va a amar como el Señor.

“Dios pagó un alto precio por ustedes, así que no se dejen esclavizar por el mundo.” (1 Corintios 7:23 NTV)

Pidamos a Dios nos haga libres de todo menosprecio humano, declaremos que valemos la sangre de Jesús y eso nadie nos lo puede robar!!! Levantemos nuestra cabeza porque somos hijos del Rey de reyes que ha puesto al enemigo bajo nuestros pies.

“»¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del SEÑOR se levanta para resplandecer sobre ti.” (Isaías 60:1 NTV)

¡Levántate y resplandece perla preciosa! ¡Levántate y resplandece !

Bendiciones abundantes para todos.

Erika

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