Un día a la vez

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Mateo 6:36

“»Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.” 

Hace unos días la mamá de un compañerito de mi hijo murió repentinamente, y aunque no llevaba una gran amistad con ella la verdad fue un shock para los que la conocíamos, ya que la veíamos a diario en el colegio, era una hermosa sierva de Dios, con salud, con una familia hermosa. Este suceso hizo que mi corazón y el de muchos se estremeciera, me hizo meditar en lo corta que es la vida y lo poco que la valoramos.

¿Cuántos de nosotros podemos decir sinceramente que somos realmente felices? ¿Cuántos podemos decir que estamos plenos y satisfechos con lo que hemos vivido o estamos viviendo? ¿Cuántos estamos listos para estar en la presencia de nuestro Dios?

“Me gozaré y me alegraré en tu amor inagotable, porque has visto mis dificultades y te preocupas por la angustia de mi alma.” (Salmos 31:7)

La realidad es que la mayoría de nosotros NO estamos listos para estar con el Señor, la realidad es que la mayoría de nosotros basamos nuestra felicidad, plenitud y satisfacción en lo material y en nuestra relación con otras personas y no en la bendición que nos da nuestro Dios de despertar cada día y en mantener una relación con ÉL.

Se nos amargan los días por discusiones sin sentido, se frustra nuestro corazón por no tener lo que deseamos o querer más de lo que tenemos y es así como se pasa nuestro tiempo, así es como desperdiciamos el tiempo, tiempo que Dios nos dio para amar, agradecer, alabar y meditar en su Palabra, tiempo que Dios nos da para ser testimonio de su grandeza.

“Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad.” (Colosenses 4:5)

Siempre pasan situaciones, el enemigo está al asecho tratando de lastimar y buscando precisamente que no vivamos con gozo el tiempo que Dios nos permite estar en este mundo.

No nos jactemos del mañana, ya que no sabemos lo que el día traerá.

Una piedra es pesada, y la arena también, pero el resentimiento causado por el necio es aún más pesado. El enojo es cruel, y la ira es como una inundación, pero los celos son aún más peligrosos.

El tiempo NO SE RECUPERA, ya sea que lo vivamos bien o lo vivamos mal, todo pasa, así como cada día es diferente también lo es el canto de los pájaros, cada día las nubes tienen forma diferente, el Señor hizo cada día especial para nosotros, nos dio la libertad para vivir y está en nosotros vivir cada momento en agradecimiento a Dios o malgastar cada nueva oportunidad de vivir.

“Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y alegraremos en él.” (Salmos 118:24)

NO PERDAMOS EL TIEMPO!!! No sabemos el momento en el que el Señor nos llame a su presencia, vivamos con plenitud en el gozo del Señor, aprovechemos cada día las nuevas misericordias de nuestro Dios, vivamos un día a la vez.  Como dice en la Palabra cada día tiene su afán, no vivamos del ayer, ni nos afanemos por el futuro, el tiempo es de Dios!!!

“Alabaré al SEÑOR en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas.” (Salmos 34:1)

NO PERDAMOS EL TIEMPO!!! Alabemos a nuestro Dios que es el ministerio eterno!

“Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad,…” (Salmos 92:2)

NO PERDAMOS EL TIEMPO!!! Expresemos nuestro amor a los que nos rodean.

“Si puedes ayudar a tu prójimo hoy, no le digas: «Vuelve mañana y entonces te ayudaré».” (Proverbios 3:28)

NO PERDAMOS EL TIEMPO!!! No permitamos que el enojo, rencor, odio, ofensa, se enseñoree en nuestras vidas.

“No te jactes del mañana, ya que no sabes lo que el día traerá.” (Proverbios 27:1)

NO PERDAMOS EL TIEMPO!!!

Dios les bendiga grandemente.

Erika

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