Siempre agradecidos

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2 Corintios 6:1-2 (NTV)

“Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia, Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación.”

Gran recomendación que nos da el Apóstol Pablo, quien en pocas palabras nos dice que NO seamos malagradecidos con nuestro Dios, olvidando las bendiciones recibidas por medio de su gracia y amor.

Muchos de nosotros tenemos por costumbre solo acordarnos de Dios cuando tenemos algún problema.  Clamamos a nuestro Dios de amor y misericordia, nos escucha y somos  alcanzados por sus bondades.

“Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.” (Colosenses 3:16 NTV)

Pero ¿Qué pasa después de que hemos sido escuchados y bendecidos con la ayuda de Dios? Volvemos a la «normalidad», volvemos a los días de afanes, volvemos a los días en que no nos damos tiempo para buscar de Dios, volvemos al circulo vicioso de siempre: viene el  problema, buscamos y clamamos a Dios, viene Su ayuda, se resuelve el problema, y volvemos a empezar.

“Se olvidaron de lo que él había hecho, de las grandes maravillas que les había mostrado,…” (Salmos 78:11 NTV)

Una persona malagradecida es aquella que se olvida del beneficio obtenido, dado por alguien.

¿Quiénes no han experimentado con algunas personas que únicamente nos buscan solo cuando necesitan ayuda, y después de darles el apoyo, se olvidan de nosotros? ¿Qué se siente ser utilizado a la conveniencia de los demás?  ¿Qué se siente? Pues bien, eso es exactamente lo que le hacemos a nuestro Dios hermoso.

“Esto dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir.” (Isaías 48:17 NTV)

Dios nuestro Señor NO se merece que le tratemos solo por conveniencia, porque ÉL hizo lo que nadie ha hecho ni hará por nosotros, porque ÉL entrego a su hijo Jesucristo, quien pagó a precio de sangre por todos nosotros.

¡Nuestro Señor se merece toda la Gloria y Honra en todo momento y en todo lugar con acción de gracias!

“¿Quién es el Rey de gloria? El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, él es el Rey de gloria.” (Salmos 24:10 NTV)

El Señor nunca llega tarde, la Palabra nos dice que en el momento preciso ÉL nos oyó y en el día de la Salvación ÉL nos ayudó.  Si leemos detenidamente nos percataremos que nos habla en tiempo pasado, después nos dice que HOY es el momento preciso y de salvación. Nuestro Dios hoy nos quiere decir que ÉL es el mismo por los siglos de los siglos, hoy nos quiere decir que su ayuda y bondad siempre nos van a alcanzar, y es por ello que nuestro agradecimiento debe ser siempre para ÉL, debe de estar presente por los siglos de los siglos.

“El SEÑOR es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación. Todas tus obras te agradecerán, SEÑOR, y tus fieles seguidores te darán alabanza. Hablarán de la gloria de tu reino; darán ejemplos de tu poder. Contarán de tus obras poderosas y de la majestad y la gloria de tu reinado. Pues tu reino es un reino eterno; gobiernas de generación en generación. El SEÑOR siempre cumple sus promesas; es bondadoso en todo lo que hace. El SEÑOR ayuda a los caídos y levanta a los que están agobiados por sus cargas.” (Salmos 145:9-14 NTV)

Seamos siempre agradecidos con Papá Dios, estemos siempre con un corazón lleno de agradecimiento, porque Su bondad y Su misericordia están siempre para nosotros por los siglos de los siglos.  Amén!!!

Bendiciones Abundantes.

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