Saber esperar

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Proverbios 28:20 (RV60)

“El hombre fiel recibirá muchas bendiciones; el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune.”

Debemos estar contentos con lo que tenemos ahora y para ello debemos tener paciencia con Dios, ya que ÉL sabe cuándo, cómo y a través de qué o quiénes va a bendecirnos, por eso es que la Biblia dice que no nos apresuremos en hacernos ricos, sino que debemos temer al Señor y apartarnos del mal.

La Palabra de Dios nos muestra importantes y verdaderos principios para la prosperidad y éxito en los negocios o empresas de sus hijos. En cualquiera de dichos principios indudablemente encontraremos la solución a nuestros problemas en los negocios, ya sea laborales o empresariales.

Dios es un Dios dador, un Dios generoso que no atesora lo que tiene; por el contrario, ÉL, como creador y dueño de todas las cosas, quiere prosperarnos y bendecirnos siempre, pero debemos pedir de Su sabiduría para poder lograrlo.

Una cosa es buscar a Dios y otra cosa es hacer la voluntad de Dios. No basta con creer en Dios, sino que es necesario hacer la voluntad de Dios. Al hacer las cosas bajo la voluntad de Dios, se nos garantiza el éxito en cualquier negocio, trabajo o empresa, porque la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

El obtener el éxito en nuestros negocios bajo la voluntad de Dios conlleva sujetarnos a los tiempos de Dios, es decir, dejar en Dios el control de todo lo que rodeará nuestro negocio y, en consecuencia, esperar la bendición.

Qué hace falta hacer entonces si dejamos todo bajo el control de Dios?

Actuar, accionar, trabajar diligentemente y en excelencia en lo que sabemos hacer para ganarnos la vida. Así es, la bendición no llega por muy obedientes que seamos si no trabajamos, si no nos movemos.

Actuemos en obediencia a lo que la Palabra de Dios nos dice respecto de ser fieles en lo poco y caminemos en fe, seguros y confiados de que Dios nuestro Señor tiene el control de todo, pero también seamos diligentes actuando y accionando en excelencia.

Dios les bendiga abundantemente.

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