Lamentaciones 2:19 (NVI)
“Levántate y clama por las noches, cuando empiece la vigilancia nocturna. Deja correr el llanto de tu corazón como ofrenda derramada ante el Señor. Eleva tus manos a Dios en oración por la vida de tus hijos, que desfallecen de hambre y quedan tendidos por las calles.”
Que versículo tan fuerte. ¡Dios guarde a Nuestros hijos!
Que horribles se están poniendo las cosas en el mundo, ya no se trata de que a lo malo le llamen bueno, NO, ahora simplemente NADA ES MALO, TODO ES BUENO, y eso si es peligroso, sobre todo para nuestros hijos. En qué mundo les está tocando crecer. ¡Dios nos ampare y los ampare a ellos!
Dicen por ahí que camarón que se duerme se lo lleva la corriente, y yo pienso que un cristiano dormido, es un cristiano vencido, y como cristiano no me refiero a una religión, sino al estilo de vida de un creyente.
Debemos de estar más que alertas, siempre orando en todo momento por los nuestros, por nuestros hijos. ¡Tenemos el arma más poderosa que es la Palabra de Dios!
“Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.” Salmos 119:114 (NVI)
“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».” Salmos 91:1-2 (NVI)
Me imagino el mundo como el cielo obscuro de la noche, donde las estrellas somos todos aquellos que creemos en Dios y en su Palabra; entonces, cuando llegamos a ver ese cielo obscuro, lo que resalta y le dan vida a esa obscuridad son las estrellas. Así nosotros como hijos de Dios, somos los que debemos de resaltar y hacer brillar a este mundo que cada vez se pone más obscuro, de tal manera de que las personas que no conocen de Dios se dejen llevar por el brillo de las estrellas y no por la perversa obscuridad del mundo.
Es nuestro deber como padres (Papá y Mamá) que nuestros hijos crezcan creyendo que son esas estrellas, a fin de que sean hombres y mujeres con convicción y decisión para seguir firmes en el camino de Dios.
“Mientras esté yo en el mundo, luz soy del mundo.” Juan 9:5 (NVI)
“Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz” Efesios 5:8 (NVI)
Mis hijos desde niños conocen del Señor y yo pensaba que cuando crecieran el área espiritual de mis hijos estaba segura pero no, porque cuando están pequeños podemos controlar su entorno, pero cuando crecen están más expuestos a las cosas negativas del mundo, y si nosotros como padres no estamos al pendiente de ellos los dejamos vulnerables, y entonces ellos empiezan a observar a su alrededor y sus ojos naturales empiezan a abrirse –lo cual es de lo más normal– pero depende de nosotros el cómo observen ellos lo que hay a su alrededor. Debemos hacerlos entender que hay cosas malas que a Dios no le agradan.
Es importante que nuestros hijos conozcan de la Palabra de Dios, así ellos tendrán el arma más poderosa para poder defenderse contra de los engaños del enemigo. Es nuestra responsabilidad como padres que nuestros hijos estén bien cimentados en la Palabra de Dios.
“con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio…” Colosenses 1:23 (NVI)
¡Nuestros hijos nos necesitan!
Si el enemigo no duerme, nosotros no podemos estar dormidos en lo espiritual. ¡NO TE DUERMAS!
¿Qué es más importante que la vida de nuestros hijos? Nosotros vamos a dar cuenta de ellos ante Dios nuestro Señor. ¡ÉL nos ha confiado sus hermosas vidas y es nuestra responsabilidad velar por ellas!
Dios les bendiga grandemente.
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