¡Ora!

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Job 8:5-6

“…pero si oras a Dios y buscas el favor del Todopoderoso, si eres puro y vives con integridad, sin duda que él se levantará y devolverá la felicidad a tu hogar.”

Aquí vemos la importancia de poner a Dios como prioridad en nuestras vidas. Busquemos primero su reino y todo lo demás va a ser añadido, dice Su Palabra. En este versículo podemos encontrar dos importantes enseñanzas para tener nuestro hogar en armonía y en paz.

Primero, el Señor nos dice lo que debemos hacer: Que oremos y le busquemos. Debemos orar a Dios por que ÉL nos ama, y nosotros le amamos, rindamos todo honor a Quien todo lo puede, no desmayemos e intercedamos cada día por los nuestros, por nuestro hogar. Busquemos de su gracia y de su misericordia que es nueva cada mañana.

“Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya.” (Marcos 11:23)

“En esos días, cuando oren, los escucharé. Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme.” (Jeremías 29:12-13)

Segundo, el Señor nos dice cómo debemos ser, como debemos vivir nuestra vida: Que seamos puros e íntegros.

Cada uno de nosotros sabemos bien en qué condiciones nos encontramos, en qué condición esta nuestro corazón y nuestra vida; Dios todo lo sabe necesitamos ser limpios de toda impureza.  Acerquémonos confiados al trono de la gracia y seamos lavados con la preciosa sangre de Jesús, y sea quitado todo aquello que haya tratado de contaminar nuestra vida, busquemos ser esas personas confiables a Dios y confiables a otras personas.

“Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero.” (2 Corintios 6:6)

“Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad.” (Proverbios 2:7)

Sin duda Dios nos levantará y nos devolverá la felicidad a nuestro hogar. Tenemos un Dios de pactos que cumple lo que promete, pero como toda relación, esto es de dos. Nosotros tenemos que poner de nuestra parte para que el Señor haga el resto. Jesucristo ya dio una muestra de amor al dar su vida por nosotros. Nos ha dejado Su Palabra que es nuestro manual de vida, donde nos dice qué debemos hacer para que nos vaya bien en todo.

“Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.” (Josué 1:8)

Dios les bendiga grandemente.

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