Sabiduría para esperar

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Mateo 25.1-8 (NTV)

“Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. Cinco de ellas eran necias y cinco sabias. Las cinco que eran necias no llevaron suficiente aceite de oliva para sus lámparas, pero las otras cinco fueron tan sabias que llevaron aceite extra. Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron.  A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”.  Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”,…”

El Señor Jesús nos sigue llamando a todos a la sabiduría a estar preparados para su regreso, no sabemos la hora; dice la Palabra que solo el Padre lo sabe.

Debemos estar siempre atentos al consejo de nuestro Dios recorriendo esa milla extra, precavidos, siempre listos, esperando la llegada de nuestro Señor Jesús, o bien, para cuando el Señor nos llame a su presencia.

En el antiguo testamento la Palabra nos habla que el aceite representa la presencia del Espíritu Santo en el tabernáculo, y nos habla de lo importante que era que lámparas permanecieran encendidas en todo momento.

“Ordénale al pueblo de Israel que te traiga aceite puro de olivas prensadas para la iluminación, a fin de mantener las lámparas siempre encendidas.” (Éxodo 27:20 NTV)

La Palabra de hoy nos dice que el reino de los cielos es como esas otras mujeres necias, que a causa de sus distracciones olvidaron el aceite, se cansaron, se desesperaron y se durmieron y cuando el novio llegó (nuestro Señor Jesucristo) no estaban listas.

Si nos damos cuenta nos está diciendo que todas tenían aceite, esto quiere decir que ya conocían de Jesús y tenían su lámpara, solo que las prudentes fueron por más y las necias tal vez pensaron que con lo que tenían era suficiente.

Hoy en día nosotros tenemos también esa lámpara:

“Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino.” (Salmo 119:105 NTV)

Hoy en día tenemos el aceite de la unción que es el Espíritu Santo:

“Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo— él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.” (Juan 14:26 NTV)

Hoy en día tenemos al novio, que es nuestro Señor Jesucristo:

“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” (Juan 3:16 NTV)

No seamos como esas mujeres necias, estemos siempre listos, preparados buscando la presencia de nuestro Dios a cada momento, mantengamos encendidas nuestras lámparas, que el Espíritu Santo tome el lugar y el control en nuestras vidas, permitamos que sea nuestro Dios quien nos guíe en cada momento, oremos a Dios en todo tiempo.

Cosas tremendas están pasando en el mundo, guerras, terremotos, persecuciones, hambre, en nuestro país, en nuestra ciudad; cada día vemos cada vez más violencia, todo a causa de la ausencia de Dios en las vidas de las personas, esto es porque sus lámparas no están listas.

¡Preparémonos!  mantengamos esas lámparas encendidas con la presencia del Espíritu Santo, cubramos con su calor y su luz a nuestras familias, a nuestros hijos.

Hagamos frente a todo aquello que pasa en el mundo orando en todo tiempo.  Estando siempre listos!!!

Dios les bendiga abundantemente.

Erika

 

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