“Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo más siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre.”
La Palabra de hoy es la definición completa de un verdadero amor; el Señor Jesús es un amigo que nunca nos va a fallar, porque ÉL es el único y verdadero amigo.
A lo largo de nuestra vida hemos tenido amigos, muchos o pocos, no lo se, pero sin duda al menos uno hemos tenido. Y para llegar a tal afirmación fue indispensable vivir situaciones complicadas, porque precisamente fue cuando pasamos por ellas cuando nos dimos cuenta de quiénes eran los amigos auténticos. También es importante no olvidar que, en algún momento, ellos también nos pudieron haber fallado, o nosotros a ellos, porque somos seres imperfectos. Pero nuestro maravilloso Señor Jesucristo, Quien es perfecto, siempre está listo para nosotros y nunca nos va a ignorar.
El ser humano siempre va en busca de sus propios propósitos y está buscando llenar su corazón con una falsa felicidad derivada de amistades incorrectas, y al final sigue vacío, porque ello no puede llenar su vida.
No olvidemos que la Palabra advierte que de nada le servirá al hombre ganarse todo el mundo si perdiere su alma (Marcos 8:36); lo único que puede saciar ese vacío que tiene el corazón del ser humano se llama Jesucristo, quien dio su vida por nosotros, porque fuimos creados por Dios y en nosotros diseñó un hermoso propósito para ser cumplido en el transcurso de nuestra vida.
Desafortunadamente en ocasiones hemos tomado decisiones equivocadas, obteniendo al final depresión, tristeza, amargura, maldiciones y finalmente la muerte. Hoy el Señor nos dice que ha venido para que tengamos vida en abundancia y que nos ama y quiere cumplir en nosotros el propósito que ÉL trazo de principio a fin desde que fuimos creados.
La Palabra dice claramente quien es Jesús. Así es, Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie llega al Padre sino es a través de ÉL (Juan 14:6). Jesús mismo se nos dio como ejemplo de vida, para eso vino a la tierra, porque la vida no es fácil, y si no tenemos idea de cómo vivirla, lo que vamos a lograr es dañarnos a nosotros mismos; por ello la importancia de tener siempre presente nuestro “manual de vida”, la Biblia, que es la que nos muestra de qué manera funciona nuestra vida.
Cristo es el único que puede llenar nuestro corazón de paz cuando llega el dolor o la amargura, o no sepamos a dónde ir; ÉL es el único que nos puede dar esperanza y que estará con nosotros en momentos de soledad, así que para que podamos vivir con Jesús en nuestra vida, es necesario que le busquemos y aceptemos su amistad, es necesario que lo hagamos nuestro amigo, porque ÉL es el Único amigo que nunca nos fallará; no por Su bendita perfección, sino por Su infinito amor hacia nosotros.
Dios les bendiga grandemente.
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