«Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.»
Esta es una Palabra muy especial, porque nos afirma que DIOS NOS PROVEERÁ en todas nuestras necesidades y así será.
Aunque la crisis actual, nuestras deudas, nuestra cuenta bancaria o nuestra situación actual puedan hacer que parezca difícil o imposible de creer la Palabra de Dios, nuestra visión debe ir más allá de nuestra realidad.
La PALABRA DE DIOS ES ETERNA, pues nos dice que el cielo y la tierra pasarán, más Sus Palabras no pasarán. El cumplirá Su Palabra y la manera en que lo hace siempre nos sorprenderá.
Nuestra tarea es creer con el corazón lo que leemos, no lo que vemos, porque el Dios de las cosas invisibles, hace las cosas visibles.
Dios ya sabe nuestras necesidades y Él va a CUMPLIR, Él las va a satisfacer abundantemente, Él cubrirá TODAS nuestras necesidades CONFORME A LAS RIQUEZAS DE SU HIJO.
Dice la Palabra que va a suplir TODAS nuestras necesidades, y notemos que no dice caprichos o gustos, porque como buen Padre, Él sabe lo que nos conviene, lo que necesitamos y no nos va a dar algo que nos haga mal o se traduzca en un perjuicio para nosotros. Es por ello que muchas veces no recibimos lo que pedimos, porque estamos mal influenciados por un capricho, por una pasión o deseo que no está dentro de la categoría de NUESTRAS NECESIDADES. Ojo, tomemos en cuenta también que mis necesidades no son forzosamente las necesidades de los demás.
Inclusive, a veces podemos tener necesidades, pero si las intenciones o los propósitos de nuestro corazón son para vanagloria, Dios no las va a conceder.
¿Qué tenemos que hacer para que Dios supla nuestras necesidades?
BENDECIR Y DAR GRACIAS. Estas son las actitudes que tenía nuestro Señor Jesucristo: Jesús, daba gracias aún por lo poco, y esto hacía que lo poco se multiplicará. Todos debemos saber cómo actuar para que Dios supla nuestras necesidades y seamos saciados.
Entonces lo primero que hay que hacer para que nuestra necesidad sea cubierta es: Bendecir y dar gracias. No menospreciemos lo que tenemos, más bien pongamos lo que tenemos en la mano de Dios y Él lo va a multiplicar. Y POR SIEMPRE, SIEMPRE, DEMOS GRACIAS A DIOS EN TODO.
Demos gracias a Dios primeramente porque nosotros y nuestras familias tenemos salud; demos gracias a Dios porque tenemos un lugar donde dormir, pequeño o grande, pero al fin un lugar; demos gracias a Dios por el trabajo o negocio que tenemos, y si no tenemos trabajo, demos gracias a Dios creyendo, en fe, por el que nos va a entregar en los próximos días.
Pero en todo caso, demos gracias a Dios simple y sencillamente por Su gran amor al haber entregado a Su preciosos Hijo por nosotros.
Tenemos TODO para poder declarar bendición sobre nuestras vidas, creámoslo y Dios, entonces, multiplicará.
Dios les bendiga grandemente.
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