Marcos 4:39-40 (NTV)
“Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?».”
Muchos conocemos esta parte de la Palabra donde los discípulos están en la barca con Jesús y se desata una gran tormenta y están todos asustados, hoy, nosotros los que conocemos al Señor Jesucristo somos como aquellos discípulos y estamos expuestos a grandes y pequeñas tormentas que nos desnivelan de vez en cuando.
Hace unos años estábamos pasando por una situación económica muy difícil y yo recordaba este versículo y recuerdo que en mis oraciones yo confesaba que Jesucristo estaba dentro de la barca con nosotros, si, había una tormenta a nuestro a nuestro alrededor pero en mi corazón sabía y tenía la convicción de que nuestro Señor estaba con nosotros y se que sigue y seguirá estando con nosotros.
Leyendo otra vez esta parte de la Palabra vemos que el Señor le dice a las olas y al viento que callen e inmediatamente hubo calma, pero imagino que los discípulos también estaban agitados, y bueno no era cualquier cosa estar en medio del mar con una tormenta, yo tal vez estaría a grito loco la verdad.
Gloria a Dios que tenemos la bendición de conocerle y al igual que los discípulos todos pasamos por tormentas y no dudamos en ningún momento que el Señor no las pueda calmar por su gran poder.
Hoy hablaremos de ese silencio que debe haber en nosotros, el Señor también nos pide a nosotros que guardemos silencio y nos calmemos.
Ese silencio en nosotros significa que callemos y oremos!!
“Que toda la humanidad guarde silencio ante el SEÑOR, porque él entra en acción desde su santa morada».”
Zacarías 2:13 (NTV)
“Quédate quieto en la presencia del SEÑOR, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones.”
Salmos 37:7 (NTV)
Que difícil es estar quietos ante un problema y más difícil creo yo es quedarse callados, realmente necesitamos mucha paciencia de parte de nuestro Dios para estar en paz y firmes en medio de una tormenta o en ocasiones no es precisamente una tormenta, sino pequeñas situaciones que nos llevan de igual manera a la intranquilidad, al descontento e inclusive al pleito y es mejor quedarnos callados y esperar a que Dios ponga todo en su lugar.
Después el Señor les dijo: todavía no tienen Fe?
Los discípulos andaban con Jesucristo, lo vieron, tocaban, ellos ya habían sido testigos de los milagros, en este tiempo algunos de nosotros también hemos sido testigos de milagros o los hemos vivido en carne propia y eso alimenta nuestra fe pero también la Palabra dice que la fe viene por oír de ella, Y también nos dice que somos bienaventurados sin ver!!!
El Señor conoce nuestras debilidades y Él sabe que aun conociéndole somos vulnerables, por eso pidamos más FE al Señor para creer realmente en su hermosa Palabra y así lograr estar quietos y en silencio, expectantes de las maravillas sobrenaturales que el Señor va hacer.
Silencio !! Cálmate!! nos dice el Señor, Él es quien está con nosotros en la barca, Él es quien se encarga de todo problema, dolor y necesidad.
Como guardar silencio y calma? Teniendo dominio propio, pidamos a Dios dominio propio en nuestro temperamento y carácter, de lo contrario seremos impacientes y actuaremos por desesperación y en nuestra sabiduría, y eso nos lleva a sufrir más.
“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.”
2 Timoteo 1:7 (NTV)
No tenemos una tormenta grande, TENEMOS UN DIOS GRANDE !!
“No obstante, el SEÑOR está a mi lado como un gran guerrero; ante él mis perseguidores caerán. No pueden derrotarme………
Jeremías 20:11 (NTV
Dios les bendiga
Erika
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